martes, 3 de abril de 2012

Dejando huella.

Mi pasión por los pintalabios no ha empezado hace mucho. Siempre me ha gustado resaltar mis ojos, con lo que dejaba los labios naturales o un poco de gloss.
Pero ahora he descubierto el gran mundo de los pintalabios, y poco a poco me va gustando cada vez más.

Entre diario siempre utilizo colores neutros, no muy oscuros. Rosas, nude y en el caso de que los resalte un poco más; con un color vino por ejemplo, solo me aplico un como de rimmel en los ojos.

Además, intento que la barra de labios que utilizo me vaya a mi tono de piel y color de pelo. He descubierto que el que mejor me sienta es el tono 300 nude sweetness de Perfect Stay de la marca Astor. Es un tono entre granate y marrón, que combino con un colorete de igual tono y queda perfecto.



Recomiendo este pintalabios porque es muy ligero, además es de larga duración por lo que no tienes que preocuparte cada dos segundos si se te ha quitado.

Pero, el rey de los pintalabios de larga duración es para mí el Superstay 24 Color de Maybelline.

Lo hay en un montón de tonos, pero mi preferido es el rojo, color que me parece imprescindible a la hora de elegir pintalabios.

Ambos pintalabios se usan en dos pasos, el primero aplicar el color y el segundo y cuando el pintalabios ya está seco, un bálsamo que hidrata los labios y evita esas horribles grietas que suelen crear los pintalabios de larga duración.

Probarlos, no os defraudarán.